miércoles, 17 de noviembre de 2010

El nuevo rol de los profesores particulares: revisan tareas y ayudan a hacer mochilas

Cada vez más los padres delegan en personas externas roles como supervisar las tareas de sus hijos.

por K. Pavez y A. Muñoz


Cuando Evelyn Rojas comenzó a trabajar con Patricia Elizalde, alumna de octavo básico, se dio cuenta del problema que la tenía a punto de repetir el año: falta de rutinas de estudio. Por eso, además de hacerle clases de reforzamiento en todas las materias, le pidió que cada viernes le mostrara las actividades de la semana siguiente, y en las horas desocupadas le asignó tareas pequeñas. Además, juntas buscaron el mejor lugar y horario para que Patricia estudie sola: la cocina, el sitio más iluminado y silencioso.

Lo de Evelyn, profesora particular de alumnos de cuarto básico a cuarto medio de la empresa Sácate un 7, no es una casualidad, sino una rutina bien estudiada para que su alumna no sólo aprenda la materia, sino que desarrolle hábitos de organización.

Hoy, como ella, muchos de quienes se dedican a ser profesores a domicilio prefieren llamarse tutores, porque se han ido dedicando a algo más que preparar una materia específica. Su nuevo rol: supervisar que los niños hagan las tareas y preparen las mochilas e, incluso, algunos han llegado a preparar la colación.

La necesidad es tal que han surgido empresas de coaching que se proponen exclusivamente el desarrollo de habilidades de gestión del tiempo o mejoramiento de la autoestima de los escolares.

"Los papás llaman y piden explícitamente que el profesor enseñe a los niños a distribuir el tiempo y a crear hábitos de estudio", dice Gloria Andonaegui, encargada del Centro de Trabajos Remunerados de la UC.

Delegar esta responsabilidad es una tendencia cada vez más presente en los hogares chilenos que pueden pagar por este servicio.

Según los profesores consultados, la mayoría de quienes contrata una tutoría cae en la categoría de los llamados "padres helicópteros", conocidos así porque pueden llegar a ser demasiado aprensivos y sobreprotectores, pero en vez de hacerse cargo personalmente, externalizan la solución. "El papá que paga por estas clases está preocupado, pero cuando ve que al hijo le empieza a ir bien con las clases se desliga. Es un papá presente, que paga por un servicio para que su hijo cree hábitos de estudio", dice Sergio Fuica, propietario de la empresa Sácate un 7.

Sin embargo, otros tutores señalan que han visto un tipo de padres distinto. "Esperan que llegue una Mary Poppins a hacer todo el trabajo", dice Paola Lombardi, de In Actum, quien trabaja estrategias de coaching educacional en las que refuerza áreas como la autoestima y la autonomía.

A pesar de estas diferencias, en lo que todos coinciden es en que los niños pasan mucho tiempo solos y ni el colegio ni los padres asumen su rol de crear responsabilidad y autonomía. Muchos colegios, cuando el niño no lleva los cuadernos, envían una nota al apoderado para que "vigile" el tema. Y éste, quien trabaja todo el día, delega la responsabilidad.

Pero muchas veces otras personas se hacen cargo. La alumna más pequeña que le ha tocado a Evelyn Rojas la esperaba a ella para mostrarle las tareas. "Me pagaban por una hora de clases, pero me quedaba más tiempo, porque, incluso, armaba la colación". Así se fue dando cuenta de que los problemas de rendimiento puntuales tienen causas más profundas. "Puede que el niño no se sepa organizar, porque no tiene límites. También está el caso de los alumnos pimpón: un día tienen clases donde su mamá, al otro donde el papá y no tienen una rutina de estudios".

Ayudas diferenciadas

Cuando los niños son pequeños, es normal que requieran ayuda para arreglar su mochila y ver su horario. Sin embargo, los tutores deben trabajar incluso con adolescentes que aún no manejan estas responsabilidades básicas. Tamara Sepúlveda, tutora de una niña de 13 años, asegura que el problema es grave y extendido. Incluso, ella tuvo que organizarle los cuadernos a su alumna y enseñarle a hacerse responsable por ellos. En el caso de los alumnos más grandes, se suman las dudas vocacionales, las que muchas veces terminan resolviendo con el profesor particular.

Cómo fomentar la autonomía en los niños

Aunque parece ser una buena solución que alguien se dedique exclusivamente a trabajar los aspectos escolares de los niños, algunas voces reclaman que hay cosas que los padres no debieran delegar. Claudia Cartes, sicóloga experta en temas de familia de la Universidad Andrés Bello, advierte "que los padres dejen de hacerse cargo, puede generar una distancia que luego podría pasar la cuenta en la adolescencia".

Si el tutor se da cuenta de que está haciéndose cargo de cosas que traspasan su competencia, debe conversar con los padres. Por ejemplo, encargarse de la colación, regular horarios de sueño y revisar que el niño haya hecho la mochila es rol de los padres.

FUENTE: http://diario.latercera.com

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